Soldados israelíes atacaron el viernes con munición real y gases lacrimógenos a manifestantes palestinos que marchaban como cada semana en diferentes puntos de la ocupada Cisjordania, para repudiar los esfuerzos del régimen de Israel por apropiarse de su tierra. La policía israelí lanzó gas tóxico y bombas de sonido para dispersar a los manifestantes. Decenas de personas sufrieron síntomas de asfixia.
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